Buscar este blog

viernes, 13 de enero de 2012

Cuidado en la montaña con los perros

Soy mountainbiker y paso mucho tiempo en la montaña. En muchas ocasiones me he encontrado con perros, afortunadamente la mayoría de ellos no hacen nada por atacar, pero algunos de ellos si se me han acercado con intenciones poco amigables e incluso he tenido que sprintar para escapar de alguno de ellos. 

Normalmente, los animales defienden un perímetro, que es la zona que ellos consideran "suya" y en la que no permiten que nadie entre.

Si nos metemos en su "perímetro de seguridad" puede que nos ataque (dependerá del perro), lo cual puede ocurrir desde el modo tradicional (venir hecho un fiera y pegarnos un mordisco gordo) o bien acercarse en apariencia amistosamente, incluso moviendo la cola como si estuviera de buenas, y sin embargo al estar a nuestro lado nos marca en la pierna o en la mano, esto es, nos muerde haciendo daño, incluso herida, pero no muerde con todas sus fuerzas sino simplemente "marcando", es decir, advirtiéndote que te va a morder más fuerte si no te vas de alli. Este segundo tipo de agresión, el marcado, nos suele dejar cara de idiotas, porque no lo esperábamos ante la pinta de bueno que tenía el animal antes de hacerlo.

Se sabe que nos hemos metido en su perímetro porque el perro viene a nosotros (bien agresivamente, bien con calma, pero llega hasta nosotros). Si queremos evitar riesgos, debemos retroceder antes de que llegue a nosotros, y lo normal es que al darse cuenta de que sales de su perímetro de seguridad, se pare y se quede mirando cómo te alejas. Habrá que rodear su perímetro de seguridad para continuar nuestra ruta sin problemas.

Mientras no nos metamos en ese invisible "perímetro de seguridad", lo normal es que nos ladre permaneciendo en su territorio, y no habrá agresión.

Si no te das cuenta de su presencia hasta que invades su "perímetro de seguridad", cosa que es muy habitual, y el perro te ataca, entonces que Dios te coja confesao y hay que intentar detener su ataque antes de que éste se materialice:

Agachaos y coged o haced que cogeis una piedra. Este gesto es "internacional" para los perros y la mayoría se paran o huyen, porque saben por expriencia que después de agacharse un humano... ...reciben un pedrazo. 

Levantad alguna rama y agitadla de arriba a abajo dando voces a la vez; quizás hayan recibido palos con frecuencia y  se detengan y retrocedan.

Si te encuentras en una situación en la que el ataque del perro es evidente, ármate de toda la valentía y el aguante posible y ofrécele un brazo, no tires para zafar, no lo vas a poder hacer. Lo mordido ya está mordido, sólo vas a lograr que el daño sea irreparable si intentas escapar, aprieta los dientes y busca la tráquea con la mano libre, haz pinza sobre ella clavando el pulgar de un lado y los demás dedos en oposición; y no aflojes, no hay bicho que aguante mucho tiempo semejante maniobra.
Es muy importante que no caigas al suelo, puesto que así el animal tendría accesibles tus puntos más vulnerables.
Todo esto es fácil decirlo pero dificil hacerlo, así que el mejor consejo es que en cuanto veas una situación en la que pudieras estar en peligro, DATE LA VUELTA y aléjate lo más rápido posible.

Si en vez de en bici vais andando, es vital llevar un buen palo (que además os sirve de apoyo) y un par de silbatos, uno que sea de esos que llaman ahuyenta perros y el otro normal que es muy útil en caso de querer llamar la atención de quien pudiera estar cerca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario